The Drones – ‘Nail it down’

Contrariamente a lo que suele aparecer en este apartado cada fin de semana, hoy no lo protagoniza una canción pop, ni alegre ni bailable en el sentido más estricto de la palabra. Por el contrario, los australianos The Drones nos ofrecen ruido, intensidad, sudor y oscuridad en este corte de su último álbum, "Havilah" (2008).

 

Todo eso que me acabo de inventar lo podéis corroborar (o desmentir con argumentos convincentes, claro) viendo y oyendo los 7:51 minutos de "Nail it down" en directo, en el video.

 

Buen y sudoroso fin de semana.

 

[Hoy le voy a dedicar esto a QQ, a ver si acierto]

 

Salas (I)

CBGB Este antro se convirtió en el epicentro de la movida neoyorkina durante la década de los 70, regentado por Hilly Kristal, quien había comprado el local en 1969 e inaugurado en diciembre de 1973. En agosto de 1974 comienzan a tocar en el "CBGB (and OMFUG)" (Country, Bluegrass, Blues and other music for uplifting Gourmandizers) los Ramones, la banda que más popularizó el nombre de la sala. Además de Ramones, otros grupos frecuentaban el escenario del CBGB. Los primeros de renombre en subir a él fueron los Television de Tom Verlaine, y también dieron sus primeros guitarrazos Blondie, Talking Heads, Mink De Ville, Patty Smith, Wayne County y Richard Hell & the Voidoids, entre otros.

 

WHISKEY A GO-GO. Considerada la primera discoteca estadounidense (o al menos californiana), se erige en pleno Sunset Boulevard hollywoodiense, y comenzó su andadura a mediados de los 60 con novedosas go-go’s y bailarinas en minifalda. Dada su cercanía geográfica, The Doors fue una de las bandas que comenzó a encumbrar a los altares a esta sala, que acogió, durante los 60 y los 70 a cualquier banda de rock que se preciara de serlo, y cuyo listado sería inacabable. Hoy en día continúa su andadura, y nombre se ha abreviado a The Whiskey .

 

 

 

FILLMORE . Inaugurado a principios de siglo XX en San Francisco, se convirtió, en la segunda mitad de la década de los 60, bajo el auspicio del promotor artístico Bill Graham, en el epicentro de toda la actividad que en torno al creciente movimiento hippy se estaba fraguando en la ciudad, cobijando conciertos de Jefferson Airplane, Grateful Dead, Jimi Hendrix, Moby Grape, Big Brother… En fin, otra lista interminable. Cabe reseñar que, aparte de eventos musicales, también se han celebrado actuaciones teatrales, lecturas poéticas y otro tipo de espectáculos fuera de lo meramente musical.

 

MARQUEE. En pleno Soho londinense se levantó el Marquee Club, sala que catapultó las carreras de Rolling Stones, Who o Small Faces, por nombrar algunas de las ilustres bandas que en ella actuaron. Aunque, a decir verdad, el Marquee comenzó en Oxford Street en 1958 para ubicarse posteriormente en la famosa localización de Wardour Street. En 1996 cerró sus puertas tras 38 años en activo, para ser reflotado en 2002 de la mano del ex–Eurythmics Dave Stewart, siendo Primal Scream el grupo que abrió la nueva andadura del local.

 


The Who actuando en el Marquee en 1967

Presentador de Telediarios

Luis Mariñas
El Sandokán de Prado del Rey.
Pedro Piqueras
Convincente.
Ana Blanco
No hay quien la desbanque del TD1.
Matías Prats
Historia viva.
Alfredo Urdaci
Prometía, pero CeCe O O se interpuso en su carrera. Luego enloqueció.
David Cantero
Confío en él, es mi apuesta de futuro.
Jose María Carrascal
La corbata de la derecha.
Rosa María Mateo
La gravedad en persona.Imposible no creerla.

Soul Mama en directo

Este jueves 6 de noviembre se reúnen Soul Mama, uno de los grupos de mirmano  (Ya se sabe que si no dejas la música a tiempo, ésta te hará suya para los restos). La reunificación se enmarca dentro del 6º Concurso de Música El Encuentro (el nombre es realmente horroroso, de colegio salesiano o algo así). Dentro de este ciclo, y al día siguiente, también podréis ver otra reunificación que se venía barruntando en la ciudad desde hace meses, la de Helio.

 

Pues eso, si queréis oir soul bien ejecutado y mejor cantado, la cita es el jueves 6, en la acogedora Sala Q (C/ Metalurgia, 25 – Polígono Calonge), a partir de las 21:30.

 La vista gorda 

El bazar Orchestra

Grupo Invitado: Soul Mama

Cartel completo

Guía de Escocia (VI y última, ome)

DOMINGO 21-IX-2008

STIRLING – EDIMBURGO

 

Amaneció soleado en Stirling y nos dirigimos al monumento a Mel Gibson (6,50 £), ubicado muy cerquita de donde habíamos dormido. Una torre espectacular que domina toda la ciudad y todo el valle donde tuvo lugar la famosa batalla en la que William Wallace le hizo morder el polvo a los ingleses. Otro punto de interés es el castillo de Stirling, si tienes tiempo y quieres seguir soltando libras. Como no teníamos mucho de lo primero, ni mucho de lo segundo, lo vimos por fuera, y dimos una vuelta por la ciudad antigua, y salimos para Edimburgo por nuestra A9 hacia abajo. 52 kilómetros separan ambas ciudades.

 
Monumento a William Wallace

 Tras probar en un primer B&B recomendado por la Guía  Trotamundos (el dueño nos quería cobrar 50 £ por alojarnos en un zulo que ponía PRIVATE en la puerta….), nos dirigimos a MacDonald Road, donde nos había dicho una camarera gordita que podríamos encontrar algo. Estando parados en un semáforo se nos acerca un tipo calvete con los mofletes burdeos que nos golpea en el cristal, y nos pronuncia una frase ininteligible. Abrimos el cristal para oírlo mejor, pero nada, el tipo nos repitió la frase señalando hacia abajo. «Thank You. Tu pare er carvo», le dijimos, por si las moscas, y seguimos porque el semáforo se puso en verde. A medida que reanudamos la marcha empezamos a notar algo raro. Nos miramos y nos acordamos del calvo burdeos. ¡¡Una rueda pinchada!! (Neumático se dice «tyre» en inglés, y se pronuncia táia. ¿Quién coño sabe eso? Pues eso es lo que nos dijo nuestro calvo, algo con la palabra táia). Sin poder parar en una calle bastante concurrida, seguimos nuestra marcha con la rueda pinchada hasta encontrar una zona donde parar. Todos sabéis el ruido que hace un coche con una rueda pichada. Pues así íbamos por Edimburgo, ametrallando a los peatones, con nuestra mejor sonrisa. Por fin nos salimos de la calle gorda y buscamos una menos transitada donde aparcamos el coche. ¿Cómo se cambia una rueda en Escocia? Jiju. Pensándolo estaba cuando levanté la mirada y vi, frente a mí, ¡una oficina de Europcar!. Había parado el coche en pleno Edimburgo al azar frente a una oficina de Europcar a la que le quedaban 15 minutos para cerrar (era domingo además). Miré al cielo y le dí gracias a William Wallace y a Sean Connery. Ya en la oficina, otro numerito para entendernos con el dependiente en términos mecánicos («rueda pinchada» se dice «punktured tyre», y se pronuncia pankcha táia. Tócate los huevos). Al final nos cambió el Zafira por un Skoda Octavia familiar más largo que un día sin pan. Y con nuestro cochecito nuevo encontramos un B&B a 60 £ en Macdonald Road, a 10 minutos del centro, mira tú que bien.

 

La tarde la dedicamos a ver  Edimburgo, espectacular y preñada de vida. Obligatorio el paseo por la Royal Mile, desde el Castillo hasta el Palacio de Holyrood, residencia de su graciosa majestad cada vez que va de botellón a Edimburgo. Salpicada de tiendas de souvenirs, de atracciones callejeras, de Iglesias (Catedral imponente incluida), de bares y museos, la milla real es el punto neurálgico de la ciudad y, si vas con poco tiempo como nosotros, lo más indicado para decir que «conoces» Edimburgo…

 
En la Royal Mile, tomando el fresco

El último día había que bajar desde Edimburgo a Liverpool para coger el avión de vuelta. Así que lo único reseñable fue la visita a Penny Lane, antes de soltar el coche.

 
Penny Lane is in my ears and in my eyes

 

Con éstas, se acabaron las fotos.

 

Ea, ya os dejo tranquil@s, ome.

 


Lulu (Lennoxtown) – «Leave a little love»

 

Un chiste ome

En un autobús del Inserso, repleto de ancianos, una abuelita se levanta de su asiento, le toca el hombro al chófer y le ofrece un buen puñado de cacahuetes sin cáscara. El chófer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.

Cinco minutos después, la abuelita repite, el chófer vuelve a agradecerle el gesto y se los come.

Al cabo de unos diez puñados, el chófer ya no puede más y le pregunta:

– Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuetes pelados, ¿pero usted no cree que a lo mejor sus cuarenta amigos y amiguitas querrían también unos pocos?

– No joven, como no tenemos dientes, sólo les chupamos el chocolatito
 

Tiernos Mancebos, 20 años después

No penséis por el título que se trata de la típica reunión de viejas glorias para llenar estadios y desperezar nostalgias y sacar dinero para los siguientes 20 años, no…

 

Los Tiernos Mancebos originales se reunieron hace pocas fechas para  tocar en un evento privado. Veinte años después de la publicación de su primer y único LP se metieron en el local de ensayo con bastante incertidumbre, supongo, y con algunos kilos y canas más.

 

Pude grabar una de esas sesiones y os traigo un video, aunque a la mayoría ni os suene el grupo (¡Jesús Hermida sí les conoce!). De las 7 u 8 canciones que rememoraron, he entresacado la única que nunca fué grabada en disco, "Santiago y Cierra España", una de las mejores por cierto. En una época en la que rivalizaban en concursos con los pomposos Héroes del Silencio, me da mucho coraje que los de Bunbury hayan tocado la gloria y los Tiernos se quedaran en el camino, como otros muchos. Es más, este pedazo de tema, en boca de los Héroes hubiera arrasado.

 

Felicidades, Martín!