Guía de Escocia (I)

 MARTES 16-09-2008

 LIVERPOOL – DUMBARTON 
Amaneció lluvioso en la ciudad portuaria de Liverpool, y fuimos directamente al punto señalado: el museo de los Beatles, en Albert Dock. ¿Aparcamos en la puerta? Hay un párking. No, hombre, te clavan 2 libras por hora por aparcar en la puerta del museo. Salgamos fuera, a otro parking, y andemos un poco. Mira un subterráneo, allá vamos. 2 libras la hora, ya no podemos dar marcha atrás. El tiro por la culata, y la muesca sin poner aún.
Bueno, llegamos al museo (12,50 £) y estuvimos un par de horas la mar de entretenidos con las peripecias de los de Liverpool, viendo las guitarras que usaron los Quarrymen, mirando por el periscopio del submarino amarillo…. y veinte minutos (los más sangrantes del viaje) en la tienda anexa. Y bueno, ya era hora de ir a Escocia, que a eso íbamos. Tras intentar pasar por Anfiel Road y tener que pagar dos veces un peaje en un túnel por equivocación (el Tom Tom no hace milagros), decidimos que íbamos a lo que íbamos, a Escocia, coño.
Así que enfilamos la M6 con sus tres carriles armados de paciencia a eso de las dos y media o tres de la tarde. Llegamos a Glasgow más o menos a las ocho, haciendo varias paradas para poner el corazón en su sitio. Como en Glasgow no se nos había perdido nada, marcamos un pueblo en el mapa para pasar la noche. Dumbarton fue el elegido.
Salimos de Glasgow (de noche, lloviendo, cansados…) por la A82 en dirección al Oeste y, a los pocos kilómetros dimos con Dumbarton y nos adentramos en el pueblo a buscar un Bed&Breakfast, que nos han dicho que en Escocia es lo que se lleva y que está minado de ellos. Bueno, pues para empezar recorrimos medio pueblo y nada. En una de estas (de noche, lloviendo, cansados…), me paro en una rotonda, miro (a mi derecha, siempre a mi derecha!!), no viene nadie. Le doy para mi izquierda, y me veo un coche encima mía. Toque. Beat.

La cara que se me quedó tras el toque
Me bajo (de noche, lloviendo, cansado…) y del otro coche sale John Locke, de Perdidos (en Escocia hay muchos calvos iguales), y empieza casi a chillarme en inglés, claro. A mí los calvos con pliegues en el cuello me imponen mucho, pero en esa ocasión ni me inmuté. Yo sólo buscaba cómo decir “rotonda” en inglés. Acudiendo a mi inglés Pop repasé mentalmente la discografía de Dylan (seguro que habla de rotondas en alguna canción) (y Frank Zappa seguro que tiene un LP dedicado a las rotondas). Me vinieron a la cabeza canciones de Dylan relacionadas con coches como “From a Buick”, “Highway 61”, incluso “Fast cars” de Buzzcocks, pero no daba con la tecla, mientras el calvo seguía clavando sus grises ojos  en mí y diciendo cosas raras. Yo sólo acertaba a decir “I was inside the circle!!”, para que entendiera que yo ya estaba en la rotonda cuando él me endiñó. Total, que encima metió la calva en mi coche para rellenar los datos sin mojarse. Me escribió su nombre y su dirección (7 líneas, vaya dirección) y yo le dí mi nombre y mi matrícula y me cagué en toda su familia y en Benjamin Linus. “Vamos a salir de esto ya”, era lo más repetido en aquellos momentos. Es que venía que ni pintado, vaya.
Al salir del incidente (de noche, lloviendo, cansados…) me metí de nuevo en la carretera, pero por el lado derecho, europeamente, inconscientemente. Hasta que un tráiler que venía disparado contra mí me iluminó con su fogonazo y pude reaccionar a tiempo (en ese punto me pensaba si no sería más conveniente llevar el corazón en un tarrito).
Pude abordar luego a un taxista, al que le di la noche preguntándole por algún sitio donde dormir. Escocés y  jerezano en dura pugna en pos del entendimiento entre los pueblos, pero nada. Entre que yo estaba bloqueado y agobiado (y mi inglés es inglés-Phil-Spector), y el taxista lo único que quería era seguir leyendo su periódico (a esas horas), estuvimos cerca de 15 minutos dando manotazos. Al final me hizo hasta un croquis el buen hombre tras bufar una veintena de veces, aunque si yo hubiera insistido seguro que nos dejaba dormir en su taxi. Abajo, el croquis. Tengo pruebas de todo:
 Siguiendo las instrucciones del mapa del tesoro del pirata Morgan, encontramos The Milton Inn, donde pasamos la noche por 58 £. Tampoco era tan caro por dos vidas humanas. (Ahora, con el paso de los días, me doy cuenta de que si hubiera interpretado bien el mapa, hubiera encontrado el B&B pasando el Hotel…)
A la hora que era (21:30) sólo nos dieron de cenar alitas de pollo súper picantes (a lágrima viva) y champiñones en “salsa”. Nuestra primera experiencia en Escocia no había sido muy grata, pero eso no nos iba a arredrar. Menudos somos nosotros.


Deacon Blue (Glasgow) – «Real Gone Kid»

Guía de Escocia (Intro)

Comienzo aquí mi particular Guía Turística de Escocia, al estilo de la que ya  hice para Praga, por entregas. La idea es que sirva de algo a quien vaya visitar ese país, y tenga alguna referencia, y al que no lo vaya a visitar nunca jamás, pues que aprenda algo (el saber se va a acabar, qué diga, el saber no ocupa lugar) y se ría un poco.

En esta primera entrega haré una pequeña introducción sobre algunas cosas que hay que tener en Cuenca  a la hora de viajar a Escocia, así como el relato de nuestra llegada triunfal a Liverpool, así que no esperéis muchas anécdotas. Si veis que no os interesa, siempre podéis oir a Blue Cheer en Youtube.
¿Cómo moverse?
Escocia no es un país demasiado grande, lo ideal es recorrerlo en coche, al menos su parte occidental que es la más espectacular. Dependiendo del número de días que vayáis a estar veréis más o menos (esa frase me la podía haber saltado y ahora no estaríamos leyendo esta aclaración, perdiendo el tiempo tontamente). Así que lo suyo es desembarcar en Escocia (o en el norte de Inglaterra, como fue mi caso), y alquilar un coche con su volante a la derecha, perder el miedo, y lanzarse por sus carreteras. Recomiendo encarecidamente que lo alquiléis con navegador GPS u os llevéis el vuestro. Desde que lo descubrí, recientemente, la vida al volante es mucho más fácil. Por contra, no os perderéis por las carreteras de Escocia, minimizando la posibilidad de encontraros con el típico fantasma escocés, un alma en pena sin GPS vagando sin encontrar su castillo.

Venga ome, que ya no están tan caros
Carreteras
En cuanto a las carreteras, subiendo de Glasgow o Edimburgo (más o menos están alineadas), hay muy poco de autopista. Es decir, la parte que os recorreréis en coche son carreteras de doble sentido. Tú por la izquierda, ¡siempre!. Al ir por la izquierda, por un país desconocido, lo normal es que vayamos con precaución, con lo cual cada dos por tres tendremos un coche de algún aborigen comiéndonos el culo. Para los que no soportan la presión y se hunden (no pasa nada, incluso a los mejores nos pasa: Raúl, Roberto Baggio, Eljkaer Larsen…), existen repartidas por las carreteras unas zonas de Parking donde puedes pararte, limpiarte el sudor y dejar que pase el de atrás. No confiéis en carreteras solitarias. Por muy solitaria que sea la carretera, por muy tarde que sea, por inclementes que sean las condiciones, SIEMPRE va a haber un coche detrás nuestra. Asumámoslo. Pero aquí no acaba todo. La cosa se puede complicar, porque hay carreteras en las que sólo cabe un coche (sólo puede quedar uno). Y nosotros con el volante a la derecha. Para eso hay habilitadas también unas zonas llamadas «passing places«, en los arcenes, donde tú, o tu «contrincante», tendréis que pararos para dejar pasar. Al final no es tan problemático porque suele haber uno cada 100 metros o así, y la gente te da las gracias cuando te paras, y tú les saludas cuando ellos se paran. Es un juego.
¿Y dónde duermo? ¿Eh, carleso? Tú que lo sabes todo. Anda, listo!
 Para los que no lo sepáis, el alojamiento por excelencia en Escocia es el Bed & Breakfast: casas particulares en cuyas habitaciones puedes dormir, y donde te harán el desayuno pagándole al dueño/a el precio fijado, que es muy variable, partiendo de unas 20 £ por cabeza. Es aquí donde se pone de manifiesto la hospitalidad de este pueblo y la amabilidad de sus gentes. Ceden su casa a extraños, y la mayoría no acepta que les pagues hasta que te vayas, sin pedirte ningún tipo de fianza. Todos estos alojamientos están indicados con un cartel en la fachada de la casa con el símbolo B&B, donde suele aparecer «VACANCIES»/»NO VACANCIES», dependiendo de si tienen habitación libre o no. Algunos incluso muestran el precio. Aquí pasa como con todo. Cuando no te hacen falta, no paras de verlos, y todos «Vacancies»; pero cuando la noche cae y empiezas a angustiarte buscando uno, no aparecen por ningún lado. Así que, buscarlo con tiempo y sin prisas.

Cartel del B&B frente a la casa. En las ventanas, «VACANCIES».
La monea
La moneda oficial es  la libra (£), y en el momento de hacer mi viaje, estaba a 1,3 €. Lo digo para que hagáis vuestros cálculos a lo largo de la Guía. El símbolo £ se deriva de la letra «L», de la abreviación LSD (¡anda, mira qué cosas!) – librae, solidi, denarii – usada para las libras, chelines y peniques del sistema monetario duodecimal original. Libra era la unidad romana básica de peso, que se derivaba del latín de «balanza». ¡Viva la Wikipedia!
Bueno, pues nada más, espero que os guste. Cada entrega irá acompañada de una canciòn de algún grupo o cantante escocés, todo de calidad indiscutible.

 LUNES 15-09-2008 
SEVILLA-LIVERPOOL
Lo más reseñable de la primera noche fue la recogida del coche, un Opel Zafira (demasiado grande…), en el aeropuerto de Liverpool y la toma de contacto con la conducción en Gran Bretaña. De noche, en una ciudad y país extraños, y con el volante a la derecha, fue un milagro que no me comiera varias veces a los coches que venían en sentido contrario. El giro a la derecha es terrible (repetid conmigo en voz baja). Menos mal que las 23:00 son como aquí las 2:00 o así, y no había demasiado tráfico. Pero el que había se acordará de mí…
No sé cómo, pero localizamos el Hillcrest Hotel (39 £) en una carretera perdida de las afueras de Liverpool. Llegamos a las 12 de la noche, hora totalmente intempestiva allí, como ya he dicho. El hotel cerrado. Llamamos al timbre, y nadie salía. Ya estaba echando mano en mi mochila a la “Guía para pegarle fuego a un hotel correctamente en Inglaterra” (Salvat, 2002) cuando salió el hermano de Michael Palin, con todo su gracejo y su flema británica, metiéndose la camisa por dentro del pantalón, y nos hizo pasar. Rellenamos el papeleo de trámite y a dormir, que es muy tarde en Gran Bretaña.


Edwyn Collins (Edimburgo) – «A girl like you»
Índice de capítulos

 

El primer puchero de la temporada (Año II)

Pues sí amigos, llegó el otoño. Y con él, las lluvias, la melancolía, el color ocre….y el pucherito. Aunque no hace excesivo frío para que el puchero sea calificado de reconfortante, convergen un 80% de criterios necesarios para saborear ya esta delicia.

Si queréis la receta (para los no andaluces), yo os la diré gustosamente.

Me gusta el puchero "vikingo", soltando la pata de jamón en la olla (la vaca no pierde detalle).

Artículos relacionados:

Lack Of Afro – ‘Touch My Soul’

Atención DJ’s del mundo. Atención, mods (sin prejuicios) del mundo. Atención, funkies del mundo.

Gracias a mis conversaciones con Fernando Pardo de Sex Museum en incursiones en el backstage, tuve noticias de este grupo, Lack Of Afro.

Addam Gibbons, veinteañero multiinstrumentista británico es quien se esconde detrás de Lack of Afro, para dar forma a un primer álbum titulado "Press On", donde abundan los ritmos funkies, northern soul y jazz, para que tus fiestas, joven despreocupado, sean todo un éxito.

Este tema en concreto samplea al gran Steve Marriot, y, más concretamente, al gran Steve Marriot en la gran "Afterglow" (de ahí viene lo de "Touch my soul"), y lo deposita cuidadosamente sobre una base de soul, northern soul, funk, que la hace la mar de bailable, como muy bien hacen los chicos del video.

Va con dedicación especial a Kikenbacker.  😉

Espero que os guste y buen fin de semana.

Comin’ home

Ya estamos de vuelta.

Decía el título de una canción de  Ilegales, "Enamorados de Varsovia". Pues podemos decir lo mismo, pero de Escocia.

Muchas gracias a tod@s por haber seguido dándole vida a la página con vuestros comentarios. Me he sentido un observador más leyendo todo lo que habéis escrito estos días.

Ahora toca descansar un poco y hacer la "Carleso’s Turistic Guide" en fascículos, que seguro que le vendrá bien a más de un@. Y subir fotitos, claro, que sé que lo estáis esperando como agua de mayo…

Tendréis noticias mías.