Pues sí amigos, llegó el otoño. Y con él, las lluvias, la melancolía, el color ocre….y el pucherito. Aunque no hace excesivo frío para que el puchero sea calificado de reconfortante, convergen un 80% de criterios necesarios para saborear ya esta delicia.
Si queréis la receta (para los no andaluces), yo os la diré gustosamente.
Me gusta el puchero "vikingo", soltando la pata de jamón en la olla (la vaca no pierde detalle).
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Tú estas seguro que eso es una pata de jamón, anda ya… Por cierto, como todos los platos de cuchara, mejor de un día para otro. Que lo disfrutéis.