El Horla

Me levanté, con las manos extendidas, y volviéndome con tanta rapidez que estuve a punto de caerme. ¿Y qué?… Se veía como en pleno día, ¡y no me vi en mi espejo!… ¡Estaba vacío, claro, profundo, lleno de luz! Mi imagen no aparecía en él… ¡y yo estaba enfrente! Veía el gran cristal límpido de arriba a abajo. Y miraba aquello con ojos enloquecidos; y no me atrevía a avanzar, no me atrevía a  hacer  un movimiento, aunque sintiendo perfectamente que él estaba allí, pero que se me escaparía de nuevo, él, cuyo cuerpo imperceptible había devorado mi reflejo.

Guy de Maupassant – "El Horla"

4 comentarios

  1. bonito cuadro, debería ser cabecera de: en la cama con… además, menciona la orla, sólo falta la ciénaga y tenemos el conjunto completo.

     

    no me gusta nada guy de maupassant, por cierto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.