Sr. Conocut

Hace unos años descubrí a Sr. Coconut en un bar muy pequeño de El Puerto de Santa María, frente al vaporcito, que regentaba un alemán (¿Phillips?). El bar se llamaba Munich y allí tenía, entre sus CD’s, «El baile latino», de Sr. Coconut y su conjunto. «Es un alemán que vive en Chile y se dedica a verisonar a Kraftwerk a ritmo de cumbia y merengue», me dijo, mientras me servía un mojito.

Sr. Coconut - El Baile Alemán
¿Quién se puede resistir a esta portada?

Pensaba que era un experimento extravagante, flor de un día, pero he visto que a día de hoy, Sr. Conocut se ha consolidado. Aquí os pego una reseña para que comprendáis de qué va el tema, si es que no lo conocéis ya:

Por inaudito que pueda parecer, hablamos de una aventura bien digerida por Uwe Schmidt, músico electrónico y diseñador gráfico alemán residente en Santiago de Chile, que hace dos años se encarnó en Sr Coconut para, junto a músicos chilenos, traducir a la música latina temas cruciales del cancionero de los padrinos de la música electrónica. De esa alianza nacía en 1999 «El baile alemán», álbum genial y vacilón que logra el milagro de traducir al cha cha cha, al merengue o a la cumbia clásicos del techno como «The Robots», «Tour de France» o «Homecomputer».

Sr Coconut, que reconoce como influencias latinas a Pérez Prado, Antonio Machín –«un cantante que fue grande en España, pero poco conocido en América y Cuba»– y La Lupe, rechaza tanto el ánimo paródico de su propuesta, como cualquier vinculación con la escena electrónica al uso. «Coconut es algo serio; no he tratado de hacer algo divertido, buscaba hacer adaptaciones con una personalidad diferente. Pensaba en cómo sonaría una auténtica, con sus referencias musicales, versioneando a Kraftwerk. Es como si un grupo de Colombia o Venezuela se pusiera a hacer kautrock».

«Lo que hago no tiene nada que ver con la electrónica –puntualiza–. Es un término que no tiene ningún sentido. Podría tenerlo en los ochenta, pero, ahora, todos los discos se hacen con electrónica. La gente asocia el techno o la música dance a algo vanguardista y es ridículo. Lo que suena en una discoteca en Cuba, Puerto Rico o Dakar también es música de baile».

El presidente de Cantabria, hasta los huevos del hombre del tiempo

Según recoge Europa Press, «el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pidió ‘rigor’ a la Agencia Estatal de Meteorología (AEM) a la hora de emitir pronósticos para estas vacaciones ya que, a su juicio, los errores meteorológicos pueden causa daños ‘nocivos’ para el sector turístico. Estos comentarios vienen a raíz de las previsiones realizadas para Cantabria desde la pasada semana y que en ningún momento se han cumplido, denunció el presidente cántabro.»

Este tipo es peculiar cuando menos. Claro que sí, yo veo bien que proteste. Si dicen que va a llover, que llueva.

Otra opción es crear su Agencia Regional de Meterología para Cantabria, donde haga el tiempo que a él le dé la gana, independientemente del resto del país. Total, un nacionalismo más o menos qué más da, aunque sea meteorológicamente hablando.

Sex Museum en Sala Malandar

Sex Museum tenían que saldar una deuda con el público sevillano, por haber interrumpido (por causas ajenas) su último concierto en la ciudad, en Octubre de 2006. Ahora los hermanos Pardo y compañía tienen que saldar sólo media deuda por haber sonado a un volumen «normal», como cualquier otro grupo, algo que nos pesó a todos, a ellos los primeros, que veían cómo no podían plasmar su rabia en forma de decibelios.

Pero bueno, entre que poco a poco fue ganando enjundia el sonido, y nosotros fuimos buscando la ubicación más estratégica para captar la descarga (sigue a los músicos que ven un concierto y acertarás), venció el rock and roll (ya, me sale la venilla jevy) y la actitud, y poco a poco se fueron haciendo con el público, un poco frío al principio (totalmente comprensible), hasta acabar en una orgía sónica garagera con el respetable, que no todo son tambores y trompetas en Sevilla en esta época del año. Coño ya.

El repertorio, prácticamente calcado al de octubre de 2006. Basado principalmente en su último disco, «Ghost Without A Will» (2006), y salpicado de versiones («Unidos» de Parálisis Permanente, «Minnesota Strip» de Dictators, «Whole Lotta Rosie» de AC/DC, «Rockin’ In A Free World» de Neil Young), clásicos populares («Two Sisters», «Black Mummy») y experimentos («es la hora de arriesgar», dijo Fernando antes de hermanar a Deep Purple y Beastie Boys y acometer el remix «Smoke On The Water»/»Fight For Your Rights»).

(Qué mala crónica me está quedando) (Con lo que yo era) (Voy a poner un video para desviar la atención).


Joder, si hubieran sonado así nos salimos del pellejo

Al final, para variar, incursión en el backstage, mi medio natural. Allí dentro lo típico: felicitaciones a los músicos, la sección «Recomienda al DJ» con Fernando (no os diré lo que me recomendó, que por aquí hay mucho DJ suelto…), jiji’s-jaja’s varios, e incluso firmé discos junto a ellos («Con afecto, Carlos») (hay que entrenarse para lo que se nos viene encima con The Refoundations…).

Lo peor: el puto garrafón del Malandar.

El Guardián Entre El Centeno

Hoy me ha dado por rescatar la relación entre la famosa novela de J.D. Salinger y el asesinato de John Lennon (ya sé que está más visto que las pesetas, vale, pero me apetece). «El Guardián entre el Centeno» es el decimotercer libro más prohibido de la década de los 90 por su irreverencia, sus referencias sexuales, y porque «socava la moralidad». También ha sido considerado blasfemo por la cantidad de veces que en él aparece la palabra «goddamn» (algo así como «¡maldita sea!»), y la influencia (desastrosa) que ejerció sobre Mark David Chapman es lo que analizamos a continuación.

Él contaría años después de su barbarie la historia del magnicidio y de su confusa juventud al periodista James R. Gaines, quien la publicaría en la revista People en febrero y marzo de 1987. De todo esto he extraído los pasajes que relacionan a Mark Chapman con la novela de la que hablamos:

La relación entre Mark David Chapman y «El Guardian Entre El Centeno» comienza en la adolescencia. Su amigo Michael McFarland le recomendó la novela de J.D. Salinger. Su protagonista, Holden Caufield, de 16 años, es una extraña mezcla de comportamientos infantiles y juicios extremadamente maduros y lúcidos. Un chico entrañable, sensible e imaginativo que vive en un mundo elitista, rodeado de «phonies» (farsantes) [su palabra favorita] , a los que detesta. A partir de ahí, Holden Caufield se fue haciendo poco a poco con el cuerpo y el alma de Mark, quien asesinó a Lennon precisamente por considerarlo un «phonie»…

Mark David Chapman

Nos situamos en el fatídico 1980, tal y como lo relata la revista People:

El dos de junio de 1980 se casó con Gloria Abe, una agente de viajes japonesa.

Más o menos en agosto, compró dos copias de «El Guardián Entre El Centeno» e hizo que su mujer leyera una. Él le hablo de cambiarse el nombre a Holden Caufield, e incluso escribió al juzgado de Hawaii para informarse sobre los trámites necesarios.

El 20 de septiembre escribió una carta a una amiga, Lynda Irish. En ella dibujó una imagen del volcán hawaiano Diamond Head con el sol y las estrellas sobre él. «Me estoy volviendo loco», escribió, y firmó la carta como «El Guardián Entre El Centeno».

El 27 de octubre, Chapman fue a una tienda de armas de Honolulu y compró una pistola del calibre 38 de 5 disparos. Irónicamente, el vendedor se llamaba Ono. Mark se trasladó a Nueva York.

El domingo 7 de diciembre, ya en New York, pasó tres horas esperando frente al edificio Dakota, última residencia de Lennon, y luego volvió a su hotel. Durante el trayecto, cayó en la cuenta de que no había llevado consigo su ejemplar de «El guardián entre el centeno».

Sobre las 10:30 del lunes 8 de diciembre, Chapman despertó en su habitación del Hotel Sheraton. Algo en su interior le dijo que era el día. Cogió el disco «Double Fantasy» (Último disco grabado en vida por John Lennon, en agosto de 1980, y publicado el 17 de noviembre del mismo año) y la pistola y salió del hotel.

En su camino al edificio Dakota, última residencia de Lennon y Yoko, hizo una parada para comprar una copia de «El Guardián Entre El Centeno». También compró un bolígrafo, y en la primera página escribió: «Esta es mi sentencia». Y lo firmó: «Holden Caufield».

Ya fuera del edificio, charló con el portero y después se puso a leer el libro, no dándose cuenta de que Lennon se bajaba de un taxi y entraba en el edificio. A quien sí pudo ver fue a su hijo Sean con la niñera.

Chapman le contaría a Gaines: «Era el chico más lindo que jamás había visto. No me entraba en la cabeza que yo iba a matar a su padre y el chico quedaría sin padre el resto de su vida. Amo a los niños. Soy el guardián entre el centeno»

Por la tarde sí tuvo la oportunidad de ver a John Lennon salir del edificio. Avergonzado, se acercó a él y le entregó el bolígrafo y la copia de «Double Fantasy». John le sonrió y escribió «John Lennon. December.1980», y se marchó.

Lennon autógrafo
Foto impactante: Lennon firmándole un disco a quien le asesinaría horas más tarde

«Recuerdo que rezaba a Dios para que no me dejara asesinarlo, y al diablo para que me permitira hacerlo», dijo Mark a Gaines.

A las 22:50 una limusina blanca paró frente al Dakota. Yoko Ono bajó primero, y Lennon se bajó tras ella.

Chapman declaró a la policía, «Él pasó a mi lado y una voz me decía, ‘Do it, do it, do it,’ una y otra vez, diciendo, `Do it, do it, do it, do it,’.»

Él gritó, «Mr. Lennon!»

Lennon se volvió para ver a Chapman, agachado al estilo de combate (vaya traducción la mía…) con ambas manos en la pistola.

Lennon intentó escapar, pero cuatro de las cinco balas impactaron en él. Para sorpresa de Chapman, él no cayó sino que dió seis pasos hasta la posición donde estaba el portero. Dijo «Me han disparado», y luego se desplomó.

Chapman se quitó el sombrero y el abrigo y los arrojó al suelo. Sacó de su bolsillo «El Guardián Entre El Centeno» y se puso a leerlo sentado en la acera, esperando a la policía.

Artículo completo en inglés:
http://www.crimelibrary.com/terrorists_spies/assassins/chapman/1.html


The Beatles – «Happiness is A Warm Gun»

Semana Santa en Frigiliana

La mar de coqueta, oye, y sin agobios. La gente se pega a las paredes para que no haya barullos… (Me recuerda a cuando jugábamos a «mosca». Ahora que lo pienso, no sé si era una práctica sureña o era generalizada en toda la península)

Esta foto es del año pasado por estas fechas en el bonito enclave malagueño.

Allí cogen directamente al Cristo entre los vecinos y hacen su Vía Crucis por las calles del pueblo. No sé qué pesa más, la imagen o el megáfono que lleva a duras penas la vecina de detrás.

Not Proud Of The USA

The Mice – «Not Proud Of The USA»

Esto sí es un pepinazo de canción, en toda regla.

No son los primeros que mencionan a los USA en una canción para ponerlos a caldo (ahora me viene a la cabeza «I’m So Bored With The USA», de The Clash), ni serán los últimos, tal y como está la cosa.

The Mice surgieron en Cleveland como trío de power pop a mediados de los 80, influenciados claramente por bandas como The Who, Ramones o The Beatles.

Dejaron grabados un EP ,»For Almost Ever» (1985), y un LP, «Scooter» (1986).

A Sevilla llegaron a principios de los 90 en una TDK de 90 propiedad de Edu. Y de ahí, a todas las cintas recopilatorias y CD’s recopilatorios del mundo.

Viva el power pop y vivan los viernes!

Coño, ¡¡¡si están en Youtube también!!!! Amo Youtube.

Mañana, Sex Museum

Mañana jueves 13 tenemos una deuda que saldar con Sex Museum. En el mismo sitio y a la misma hora (y el mismo número de día) que el 13 de octubre de 2006, cuando una llamada inorportuna a la policía nos privó, entre otras cosas, de «I’m Free» o «Rockin’ In A Free World», cuando más calentitos estábamos.

Para los que no lo sepan: Jueves 13 de Marzo en Sala Malandar, 22:00 h.

Artículos relacionados: Sex Museum en Sala Malandar (13/10/2006)

Nombres repetidos (I)

¿Casualidad, poca originalidad, desconocimiento? Por una u otra razón hemos asistido a lo largo de la historia del Pop a la duplicidad de nombres de grupos o intérpretes. En la mayoría de los casos de nombres repetidos, siempre ha habido uno que se lleve “el gato al agua”, o sea, que haga que su formación sea la más reconocida bajo ese nombre, quedando sus competidores en el casi anonimato. Veamos algunos casos.

NIRVANA: A finales de los 80 explotó el fenómeno Nirvana en todo el mundo. La banda de Washington se hizo abanderada del movimiento grunge y vendió millones de discos. Pero ya en los años 60 existió otra banda del mismo nombre, formada en Londres, que jugaba con la psicodelia. Suya es la bonita canción “Rainbow Cheaser”, de 1968. Una vez que los norteamericanos se hicieron famosos, interpusieron un pleito por el nombre del grupo, aunque todo fue resuelto amigablemente, hasta el punto de que los originales versionaron “Lithium”, de Cobain, en 1996.

THE BEAT: Aquí se da otro caso de dualidad anglo-americana, pero esta vez coincidente en el tiempo. De las cenizas de los Nerves formó Paul Collins en San Francisco The Beat en 1978. Como cuarteto de power pop dejaron estupendas canciones, aunque nunca tuvieron resonancia comercial. Al mismo tiempo, en el Reino Unido, aprovechando la ola de revivalismo ska, se formaba The Beat , una banda multirracial cuyo mayor éxito fue “Mirror in the bathroom”. Mientras los ingleses se cambiaban el nombre en USA por The English Beat , los americanos se hacían llamar Paul Collin’s Beat , para evitar las confusiones.


The Beat from USA

SONNY BOY WILLIAMSON: Bajo este seudónimo encontramos a dos bluesman con carreras paralelas. El primero (nacido John Lee Williamson) nació en Tennesee, fue el autor del clásico “Good morning little schoolgirl” y murió en 1948 asesinado en una pelea durante un atraco. El segundo (nacido Aleck Ford Miller) nació en Mississippi, también tocaba la armónica y, tras tocar a lo largo de su carrera con gente como Robert Johnson, Elmore James, Eric Clapton o Robbie Robertson, murió en 1965 de un ataque al corazón.

WINGS: Aunque bastante desconocida, a finales de los años 60 se formó el grupo de folk-rock americano Wings , con miembros de Spanky & Our Gang y de Serendipity Singers , cuyo planteamiento era suceder a Mamas & The Papas. Sólo llegó a publicar un LP, de título homónimo, en 1968, producido por Steve Barri. Unos años más tarde, Paul Mc Cartney formaría en Inglaterra su célebre banda Wings, con quienes publicó en 1971 su primer álbum. A finales de los 70 se desmembró la banda y Mc Cartney seguiría en solitario.

THE WAILERS: Al oír el nombre de The Wailers, todos lo asociamos inmediatamente a la banda jamaicana que acompañó a Bob Marley durante toda su carrera, y en la que se formaron Peter Tosh o Bunny Wailer. El grupo se creó en 1963 y aún hoy siguen en activo, tras numerosos cambios de formación. Unos cinco años antes de que esto ocurriera, nacía en Washington The Wailers , una oscura banda americana de garage que serviría de posterior inspiración a grupos como Sonics o Kingsmen y que consiguieron su mayor éxito versionando “Louie Louie” de Richard Berry en 1961.


The Wailers salidos del garage

(Continuará…)