Según recoge Europa Press, «el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pidió ‘rigor’ a la Agencia Estatal de Meteorología (AEM) a la hora de emitir pronósticos para estas vacaciones ya que, a su juicio, los errores meteorológicos pueden causa daños ‘nocivos’ para el sector turístico. Estos comentarios vienen a raíz de las previsiones realizadas para Cantabria desde la pasada semana y que en ningún momento se han cumplido, denunció el presidente cántabro.»
Este tipo es peculiar cuando menos. Claro que sí, yo veo bien que proteste. Si dicen que va a llover, que llueva.
Otra opción es crear su Agencia Regional de Meterología para Cantabria, donde haga el tiempo que a él le dé la gana, independientemente del resto del país. Total, un nacionalismo más o menos qué más da, aunque sea meteorológicamente hablando.
Bievenido Safont. Tienes tó la razón del mundo, yo también lo sufrí una temporada.
Toma, tu regalo de socio:
Joder, pues si alguien tiene derecho a quejarse sobre las previsiones del tiempo somos los baleares, pero no porque no acierten, ¡SINO PORQUE SIEMPRE DAN EL TIEMPO DELANTE NUESTRO Y NO ES POSIBLE VERLO!
Supongo que no os hab´reis fijado nunca, pero haced la prueba cuando queráis y en la cadena que querais…
A mí no me cae mal del todo, pero da la impresión de que anhela demasiado afán de protagonismo…un excéntrico con ínfulas de show-man, diría yo.
Herman Hesse al final de su última novela, «El juego de los Abalorios», tiene un pequeño cuento sobre un chamán de la prehistoria cuya principal función en la tribu es predecir el tiempo. Eso si que eran hombres del tiempo que se la jugaban con cada predicción. Si no, leed y veréis como acaba.
Yo creo que está cientificamente demostrado que el hombre del tiempo (casi) nunca acierta. Y sospecho que las predicciones están grabadas la mayoría de las veces como hacía Steve Martin en L.A. Story (el título en castellano era horrible: Tres mujeres para un caradura).
Simplemente repiten estereotipo tras estereotipo y tópico tras tópico.
Sobre todo cuando empiezan con alertas amarillas y alertas naranjas al final casi nunca cae nada.
Ah, llover, como era aquello…
curioso elemento este Miguel Ángel Revilla. Me divierte. No sé como será como gestor, pero irte de copas con él tiene que ser muy entretenido. Puede que los errores meteorológicos puedan causar daños ‘nocivos’ para el sector turístico, pero a niveles cuantitavos no cualitativos, estos errores son los que regalan fines de semanas espeluznantes de buenos sin nadie en la playa, tranquilas conversaciones mugidas con vacas montunas, variedad de elección de albergues, pensiones, apartahoteles, campings y demás cosas de estas.
¿Qué principalmente es turismo local? Bueno sí, pero tambien tenemos derecho a enamorarnos de la tierra donde estamos, ¿no?