Gregory Corso

Gregory Corso y su corbata

Hoy dejamos la música a un lado (tanta música) y nos centramos en el noble arte de la poesía, para conmemorar el treceavo aniversario de la muerte del poeta-boliza de la generación beat, Gregory Nunzio Corso, a causa del puto cáncer.

Así que, sin más dilación, ya que de poesía no controlo nada, y de la vida de Corso menos, os dejo con un bonito poema suyo que me ha gustado:

YO OBSEQUIE

Obsequié el firmamento
junto a las estrellas los planetas las lunas
y también las nubes y los vientos del clima,
las formaciones de aviones, la migración de las aves…

«¡De ninguna manera!» aullaron los árboles,
«¡Los pájaros cuando no vuelan son nuestros, no los podés obsequiar!»
Así que obsequié los árboles
y el terreno que ellos habitan
y todas aquellas cosas que crecen y se arrastran sobre él

«¡Un momento!» marearon los mares,
«¡Las costas, las playas son nuestras, los árboles para los barcos,
para los astilleros, nuestros! ¡no los podés obsequiar!»
Por lo tanto obsequié los mares y todas las cosas que los nadan,
los navegan…

«¡De ninguna manera! tronaron los dioses,
¡Todo lo que has obsequiado nos pertenece! ¡Nosotros lo creamos!
¡Incluso creamos a aquéllos como vos!»

Entonces fue cuando obsequié los dioses.

4 comentarios

  1. Jajaja…que pinta del nota,y vaya mierda de poema…y, encima,un platano en la mano…morta!!

  2. Jaajajaja, me voy a comer una porción de tarta que es la undécima parte de la tarta original. Carlesín, eres un crack.

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