Timothy Leary, el hombre más peligroso de America

Timothy Leary

Timothy Leary moría un día como hoy del año 1996Richard Nixon (No confundir con Fran Nixon)  dijo de él que era «el hombre más peligroso de America«.

Leary era profesor de la Universidad de Harvard cuando cayó en sus manos el artículo que R.G. Wasson publicó en la revista Life, acerca de su experiencia con los hongos mágicos en México. Considerando que su camino de investigación en el campo de la psicología se encontraba estancado, Leary decidió emprender por su cuenta un viaje a México en busca de la experiencia con los hongos; y dio con ella. Allí, mientras los efectos de los hongos se desplegaban, Leary comprendió lo que a la cultura occidental le faltaba, y de paso, también comprendió lo que a la cultura académica le sobraba: especulación, abstracción y falta de participación en el proceso de la vida. Además cogió un cebollazo de padre y señor mío.

Leary fue expulsado de la universidad (no le renovaron, vaya. Como a Sandoval en el Rayo) y se topó con uno de los personajes más enigmáticos y entusiastas de la escena psicodélica: Al Hubbard. Hubbard le proporcionó la primera experiencia con LSD a Leary, un acontecimiento de intensidad inesperada que sacó a Leary de órbita, apartándolo definitivamente de todo estudio formal y académico.

Entroncando ya de lleno en el movimiento hippy, con los Grateful Dead y la producción clandestina de LSD de forma masiva, la situación tomó tal velocidad que no podía tardar el momento en que la Administración probara de tomar cartas en el asunto. Estas cartas llevaron a Leary de un centro penitenciario a otro, hasta que lograron que bajara un poco de revoluciones…

Él creó el slogan Turn on, tune in, drop out (entra en ello, ponte a tono, deja de jugar su juego), que da título a la canción de Freak Power que va de regalo con este post.

Fuente principal: http://www.muscaria.com/leary.htm

 

9 comentarios

  1. Este año no fui al Territorios, y sigo sin encontrar el libro de Safont.

    Tanto Wilco.

  2. Luis, mi librero jerezano, me lo va a conseguir. Ya de paso le hago algo de publicidad. LIBRERÍA LA FUGA. La mejor de Sevilla. Aunque la mía también mola.
    También creo que merece que se le dedique tiempo, ahora que tengo algo, al escueto comentario de Nacho, el primero. Esa frase esencializa muy bien la percepción general que se tiene sobre la funcionalidad de las drogas: Anestésico y/o inductor de un espíritu festivo. Precisamente gente como Huxley, el ya comentado Hoffman o Leary, entre otros muchos, lo que han venido defendiendo es un uso de ciertas drogas enfocado desde una función que vaya más allá de proporcionarnos un efímero rato de diversión o de aliviarnos de nuestras penas mediante el olvido. Justo lo que proponía Leary era utilizar el LSD como llave para la liberación personal y social. Ya que dicha droga al alterar los estados de realidad ordinarios hace que el sujeto drogado deba construir una nueva realidad. La calidad en la construcción de esta nueva realidad dependerá de la armonía del sujeto con su interior y su exterior. Así el LSD se convertiría en la herramienta perfecta para armonizar la sociedad. Leary quizás se equivocó en algunos enfoques en la aplicación de tan pretencioso y bonito proyecto. Pero «la que lió solo para ponerse entripado» es un comentario que denota cierto desconocimiento y algo de ironía.
    El que haya consumido LSD u otras drogas psicotrópicas como la ayahuasca, mescalina/peyote o distintas variedades de hongos, sabrá que su consumo puede ser una muy mala experiencia si se hace con la única finalidad de pasar un buen rato y divertirse mientras se va de fiesta. Esto no es como emborracharse o tomar extasis o cocaina. El LSD es una droga tremendamente exigente y que te puede hacer pasarlo muy mal si no has controlado con anterioridad el mayor número de factores posibles. Desde donde y con quién lo tomas, hasta tu ánimo y diálogo interno.
    En mi opinión lo que emborronaba el proyecto de Leary era su tendencia a la egolatría. El hombre tenía el ego a la altura de malicia cool. Pero el nucleo de lo que proponía era y sigue siendo muy válido.
    León, ¿donde y cómo quedamos para los NY Dolls?

  3. A mí me lo recomendó Gabriel Rosales, ex guitarrista de Serrat y autor de la música de Mediterráneo, con quien fui a clases de Historia de la Música. Curso excelente que sólo tuvo una cosa mala: después de 15 clases, se acabó.

  4. Libro que encargué hace unos años y no me lo encontraron. volveré a intentarlo.

  5. De producción clandestina de LSD bien poco. La mayoría del LSD que se introdujo en California fue producido por el ejército americano. Dicho de otra manera, utilizaron cobayas humanas para probar los efectos de nuevos tipos de drogas.

    Libro recomendado: La conspiración de Juárez.

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