I don’t like mondays

Un día como hoy del año 1979, Brenda Ann Spencer protagonizó un intento de matanza en su escuela.

Hirió a ocho niños y a un oficial de policía, asesinó al director de la Escuela Elemental de Cleveland en San Diego (Burton Wragg), y al guarda Mike Suchar mientras disparaba al azar apuntando hacia dicha escuela desde una de las ventanas de su casa que estaba frente al edificio, con un rifle  regalado por su padre en las Navidades anteriores.

Seis horas después finalizó el tiroteo, y tras ser capturada le preguntaron el por qué de su acción. Ella simplemente se encogió de hombros y respondió «No me gustan los lunes. Sólo lo hice para animarme el día«, añadiendo a continuación, «no tengo ninguna razón más, sólo fue por divertirme, vi a los niños como patos que andaban por una charca y un rebaño de vacas rodeándolos, blancos fáciles».

Fue declarada culpable de dos asesinatos y asalto con arma mortal, y condenada a cumplir 25 años de prisión en una institución para mujeres en Corona (California).

A raíz de todo esto, Bob Geldof, mientras aún estaba en Boomtown Rats y hacía cosas de valor, compuso «I don’t like mondays» en 1979.

La foto de arriba está sacada de http://brendaspencer0.blogspot.com/, donde abunda la información sobre el caso (bueno, tampoco tanto, mucha Wikipedia veo yo ahí. Como aquí, claro).

6 comentarios

  1. Lamame idealista, pero no creo que deban pagar justos por pecadores. Hay un sector importante de la población, logicamente no la mayoria (ésta es de la america profunda y analfabeta) que está en contra de las armas

  2. Safont, cuando te refieres a ninguna lastima, hablas de ella ¿no? o de la población yanqui en general?

  3. en toda población hay un % de chiflados. si tú aceptas que la totalidad de la población tiene derecho a llevar armas, estás aceptando que ese % de chiflados lleven una.

    si la población de la que hablamos es eeuu, el % de chiflados armados puede de ¿1.000.000? de personas.

    con su pan se lo coman. ninguna lástima.

  4. Desgraciadamente no fué la primera ni la última en cometer una atrocidad de tal envergadura. Eso sí inspiró una bellísima canción.
    Supongo que el padre, como tantos americanos de provecho, estaría encantado con el "regalito" que le hizo a su pequeña.

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