En 1979 Neil Young graba en directo «Rust Never Sleeps». Apurando la década de los 70, el punk ya había muerto (con el punk pasa como con la informática, que dos años parecen 10), y Young citaba a Johnny Rotten en el texto de «Hey Hey My My», una canción apabullante.
Dicha canción es la primera y la última del disco. La primera, en formato acústico, como la primera mitad del disco, y se titula «Hey Hey My My (Out Of The Blue)», y la última, electrificada, dando rienda suelta a la agresividad contenida en la mitad acústica. El título, «Hey Hey My My (Into The Black)».
El mensaje que Neil quiere transmitir en la letra es la duda que asalta entre continuar haciendo la misma música («oxidarse», «to rust») o quemarse, después de leer proclamas del punk en las que atacaban a los «dinoasurios» del rock . En la canción cita a Johnny Rotten, que había dejado los Sex Pistols y había renacido como John Lydon. Aunque algunos observadores comentan que Neil en verdad se refería a Sid Vicious, pero «Rotten» rimaba mejor con «forgotten». Si eso es verdad, Neil se parece a mí haciendo letras en inglés.
The king is gone but he’s not forgotten
Is this the story of Johnny Rotten?
It’s better to burn out ‘cause rust never sleeps
The king is gone but he’s not forgotten.
Amén de este mensaje, la canción se hizo más famosa aún ya que Kurt Cobain (sssshhh…que no se entere la tropa…) incluyó dicha frase en su nota de suicidio: «it’s better to burn out than to fade away»
oye, te he dejado un pm en el otro lado. si eso ya lo comentamos.