Evasión o Victoria

Probablemente muchos habéis visto la película que da título a este post, protagonizada por Michael Caine, Max Von Sydow, Sylvester Stallone… y con colaboradores de lujo como Pelé (esa chilena!) o al argentino Ardiles. La película cuenta la historia de un grupo de prisioneros de un campo nazi que se enfrentan con soldados alemanes en un partido de futbol. Aunque la historia de la película es pura ficción (ese Stallone partiéndose el brazo), está basada en un  triste hecho real que sucedió en Ucrania en 1942.

En la Kiev ocupada se formó un equipo con 8 jugadores del Dynamo de Kiev y 3 del Locomotiv, denominado FC Start. Los soldados alemanes seguían con curiosidad los entrenamientos que realizaban en un solar hasta que, en un alarde de generosidad, les cedieron el estadio Zenith para que lo hicieran. Pero la cosa fué más allá. A alguien se le ocurrió celebrar un partido entre el Start y y una selección de soldados alemanes, para que estos se distrayeran y para que la población ocupada viera que no eran tan malos como los pintaban.

Aunque en un principio era super-amistoso, más de distensión que de tensión, a medida que se acercaba la fecha del encuentro, el 12 de julio, se fue politizando el tema ya que los alemanes debían ganar para  demostrar que  la raza aria era muy superior y una derrota sería un varapalo a la ideología del Reich.

Total, que ni raza aria ni leches. Les metieron 4, con el consiguiente cabreo del general Eberhard (no hace falta que os lo presente, ¿no?), que abandonó el palco antes de que acabara el partido, al más puro estilo Lopera. Los alemanes, enfurecidos, pidieron revancha. Se reforzaron, y les cayeron 6, el día 17. Luego pidieron ayuda a sus aliados húngaros, que perdieron por 5-1, dos días después, y por 3-2 el día 26.

Así hasta que decidieron llamar al Flakelf, equipo de la Primera División alemana, para que pusiera rectos a los del Start. ¿Qué se habrían creído esos ucranianos? El día fijado, el 9 de agosto. El estadio abarrotado, deseoso de ver una nueva paliza a los invasores. Comenzó bien la cosa para los nazis, pues se adelantaron en el marcador, pero al final de la primera parte ya perdían por 2-1. Estaban acojonados sólo de pensar en la cara de Hitler si se entera de que habían perdido. Así que en el descanso un oficial bajó al vestuario del Dynamo y les dijo que, o perdían o….


El cartel anunciando el partido. ¿Os lo traduzco?

Así que salieron desanimados, tristes, a jugar la segunda parte. Pero vieron al público que se había venido arriba, orgullosos de su equipo, y se picaron de nuevo, aun sabiendo las consecuencias de una victoria. Total, que les metieron dos chicharros más, y al final del partido lo celebraron con el público, mientras los alemanes se retiraban a toda prisa, bajo la mirada fulminante de los oficiales en el palco.

La venganza no tardó en llegar. Los jugadores fueron arrestados uno a uno, y a partir de ahí se les pierde la pista a la mayoría, aunque se confirmó el fusilamiento de cuatro de ellos.

Hoy día un monumento (en la foto inferior) dentro del estadio del Dynamo de Kiev honra la memoria de aquellos héroes.

8 comentarios

  1. Safont, no sabía que Petón estaba en el 42 en Kiev narrando el partido para Carrousel. Qué tío¡¡¡

    Bromas aparte (porque en directo, es en directo) aunque conocía la película no conocía esta extraordinaria y triste historia.

    Honor, gloria y respeto para esos jugadores.

  2. Espeluznante historia.Que hazaña la de aquellos jugadores.

    Viva el Dinamo de kiev! Viva blokin!

  3. A mi eso de que la primera letra de la palabra héroe sea una letra vacía, me da que pensar.

    Además siempre me gustó eso de "soldado cobarde sirve para otra batalla"… Alguien tiene que quedar vivo para contarles las batallitas a los nietos, aunque luego resulten ser mentira. Pero ¿y lo que se disfruta escuchando al abuelo? Al Stallone, sin ir más lejos, le fue muy bien colándonos esta misma historia pero floreada a lo gringo. Yo vi la peli de chiquillo en un cine de verano en Chipiona.

    Ergo… ¿Yo soy nieto de Sylvester??!!!!

  4. Pero el fútbol siempre gana, aún sabiendo que morirían, prefieron hacerlo con las botas puestas. Unos héroes.

  5. esta historia la contó en directo petón en el carrusel… pelos como escarpias, oiga. tremendo.

  6. Brutal historia. Como niños, ni en el fútbol sabían perder…pero que se podía esperar de esa panda de cobardes hijos de puta.
    Admirable el sacrificio de los jugadores que no se achicaron ante su destino final, todo lo contrario, demostrando la valía y unión de su pueblo ocupado.
    Lospelosdepunta, mortimer!!

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