Lógicamente, Maurice Joseph Micklewhite tenía que cambiarse el nombre para llegar a algo en el mundo del celuloide. Eso es así. Eligió Michael Scott para darse a conocer, y portó este nombre tan insulso hasta que un buen día, hablando con su agente desde una cabina (¿os acordáis de las cabinas?), este le dijo que ya había un actor llamado Michael Scott, y que debía cambiarse urgentemente el nombre porque estaba a punto de comenzar una nueva obra. El joven Michael miró a su alrededor buscando inspiración (seguro que tapó el micrófono del teléfono al hacerlo, como si estuviese actuando) y vio un gran cartel anunciando «El motín del Caine». Aparte de ser un gran fan de Bogart, suponemos que le gustó el nombre del barco como apellido artístico, y así se rebautizó. En alguna entrevista ha bromeado (mi Michael es mu bromista) diciendo que si hubiera mirado hacia otro lado, quizá su nombre artístico sería «Michael Ciento Un Dálmatas». ¿Será verdad la anécdota? Qué mas da.
Lo que nos importa son las horas de gloria que le ha dado al Cine, entre las cuales destacaría, por encima de todas creo, su participación en «El hombre que pudo reinar», una película con mayúsculas que ya me toca ver de nuevo, por cierto. Curiosamente, John Huston, que llevaba desde los años 50 queriendo rodar la adaptación del libro de Kipling, pensó en su día en Humphrey Bogart para el personaje de Peachy Carnehan. Años después lo haría su gran admirador Michael, por sugerencia de Paul Newman.
Hoy, el bueno de Michael cumple 89 años, ya que nació en 1933. Por lo tanto le felicitamos y le deseamos que pase un feliz día en compañía de su mujer, Shakira.
Yo de pequeño tenía un poster de él,no sé,tampoco lo conocía tanto,sería el único que tenía,no mentira,tenía otro del «negro» Pereira (At. Madrid)…jajaja…en fin,pedazo de actor…felicidades Michael!!
El hombre que pudo reinar es sin duda, la mejor película de la historia, de aventuras. Qué gozada.