En verano de 1988 Bob Seger conducía a través de Westwood cuando divisó una figura familiar caminando bajo un sol de justicia.. Con su andar tranquilo y desgarbado, vestido de negro de la cabeza a los pies, allí estaba Tom Waits.
Seger frenó junto al arcén y le dijo a Waits si quería que lo llevara, y los dos hombres circularon por el lujoso barrio conversando de forma un tanto forzada. Waits iba en el asiento del pasajero preguntándose qué tenía en común con el cantante de Michigan, autor de temas como «Still The Same» y «Shame On The Moon», un hombre que, por si fuera poco, llevaba pantalones cortos y camisa hawainana. «Hey, ¿puedo dejarte en algún sitio?», preguntó Seger al cabo de quince incómodos minutos. Waits sopesó el ofrecimiento durante un segundo. «Estoo…déjame donde me has recogido, Bob – replicó finalmente -. Aún no he acabado de andar».
«Tom Waits. La Coz Cantante. Biografía en dos actos» – Barney Hoskyns (2009)