Con el LP «Blues de la Frontera» (1987), Rafael y Raimundo Amador, Pata Negra, dieron el famoso salto de calidad y se consagraron como toda una referencia, un modelo a seguir dentro de la fusión del flamenco con el rock, con el blues. Es uno de los mejores discos de la historia del Pop en España, y cada canción que se esconde en él es una pequeña joya. Hay que ver las gilipolleces que me hacéis decir.
Yo me quedo (en Sevilla) con este tema, porque es el que más me llega. Es la canción que me llevaría a cualquier país, a cualquier ciudad lejos de la mía. Sin ser chauvinista, para nada, es una canción que me hace sentirme orgulloso de mi procedencia (que no soy de Sevilla, joé, pero sí andaluz).
Además, tuve la suerte de poder ver a lo que queda de Pata Negra en directo hace dos semanas y, antes de que se fuera la luz y me devolvieran mis 12 euros, Rafael Amador tuvo tiempo de cantarla, con el puente de Triana como telón de fondo. Mi arma.
Pata Negra – «Yo me quedo en Sevilla»