Sin duda Dios (o Jah, que pega más en esta época del año) me ha castigado por rajar de las vuvuzelas, y me ha llegado a mi correo una oferta de una empresa que las comercializa. Una oferta irresistible, eso sí. Por eso os la hago llegar.
Aún estáis a tiempo de encargar 500 vuvuzelas para repartir entre amigos y vecinos para la semifinal de esta noche y la final del domingo.
Por sólo 750 euros. Disponibles en rojo.
No sé a qué estáis esperando, la verdad.
Ups, quise decir "rumbo".
Que la fuerza, y tantas ocasiones históricas desaprovechadas (apelo a una cierta justicia universal futbolera) nos acompañe.
Se acerca la hora de la verdad, joven padawan.
Fuerza y honor. La generación de los (tiernos) lagrimones en España 82 (y tantos otros) esperamos el cambio en el rumo de la historia.
Alea jacta est.
La mare que te parió…