Henri Cartier Bresson (1908-2004) está considerado como uno de los mejores fotógrafos de la historia. Su biografía y obra la podéis encontrar en miles de sitios de la red.
Para él sólo contaba captar el «momento decisivo», aquel que lleva en sí mismo la esencia de una situación. Según palabras suyas, «a fin de cuentas, la foto en sí misma no me interesa en absoluto. Lo único que quiero es retener la realidad una fracción de segundo»
Aquí os dejo tres muestras que se ajustan al 100% a su forma de ver su trabajo.
1. Campo de prisioneros en Dessau (1945)
La ira y el odio de la mujer que increpa a la persona que le delató ante la Gestapo. Si eso no es captar el momento, que baje dios y lo vea.

2. Rue Mouffetard, Paris (1958)
Un niño, con el rostro orgullosamente erguido, lleva a su casa dos litros de tinto. (Supongo que el padre se pondría más contento aún que el hijo)

3. Shangai (1949)
Gente agolpada ante la ventanilla de un banco en Shangai.
(Espero hoy día haya cambiado, si no uno que yo me sé las debe pasar canutas para sacar dinero en el cajero…)


