Todo el mundo habla y, lo peor, todo el mundo entiende. Aunque peor aún son los que gritan. Como decía Gloria Fuertes (sí, Gloria Fuertes, ¿pasa algo?), «Hay que hablar poco y decir mucho. Hay que hacer mucho y que nos parezca poco». Joe, que blandito estoy hoy…
Ya lo dice Nilsson con permiso de Fred Neil: «la gente me habla, no oigo ni una sola palabra, sólo los ecos de mi mente».