Albert Hofmann toma LSD por primera vez

Albert Hofmann descubrió el LSD. En una entrevista concedida a Craig Smith para el NY Times en 2006 (con 100 años de edad), le relataba cómo fue el primer día que ingirió LSD. Un día como hoy:

Albert Hoffmann estudió química y comenzó a trabajar en  los laboratorios suizos Sandoz, ya que había comenzado un programa para identificar y sintetizar los componentes activos de plantas médicamente importantes. Pronto empezó a trabajar con hongos nocivos que crecían en granos de centeno. Finalmente, químicos en USA identificaron el componente activo como ácido lisérgico, y el señor Hofmann comenzó a combinar otras moléculas con el componente descrito en la búsqueda de componentes farmacológicos de utilidad.

Su trabajo dió como resultado algunos medicamentos importantes, incluyendo un componente que aún se usa en la prevención de hemorragias en los partos. Pero fue el componente nº 25 que sintetizó, ácido lisérgico y dietilamida, el cual obtuvo el mayor impacto. Cuando lo creó por primera vez en 1938, el medicamento no alcanzó resultados relevantes. Pero cuando culminó su trabajo, decidió volver al LSD-25, esperando que con las mejoras pudiera detectar los efectos estimulantes en el sistema circulatorio que él esperaba obtener.  Fue cuando sintetizó la droga un viernes de Abril de 1943 cuando experimentó la alteración de su consciencia.

Cuando volvió a su laboratorio el lunes siguiente, intentó identificar el origen de su experiencia, pensando al principio que se debía a los efluvios del cloroformo que había utilizado. Pero volviendo a inhalarlo no obtuvo el mismo efecto, así que decidió ingerir la misma cantidad de LSD. «El LSD me habló«, me dijo el sr. Hofmann con una sonrisa. «Él vino a mí y dijo, ‘Debes encontrarme. No me entregues a los farmacéuticos, ellos no encontrarán nada'».

Él experimentó con la droga, tomando una dosis tan pequeño que incluso la toxina activa más conocida en ese momento no hubiera tenido ningún efecto. El resultado con el LSD, sin embargo, fue una experiencia poderosa, durante la cual él se fue en bicicleta a su casa, acompañado por su asistenta. Aqué día, el 19 de Abril, es denominado por los entusiastas del LSD (hay entusiastas del LSD!!!) como el «día de la bicicleta«.

Todo lo anterior está extraído y traducido from me to you de http://www.mindfully.org/Health/2006/LSD-Albert-Hofmann7jan06.htm

 albert hoffman

En el camino de regreso a casa en bicicleta, Hofmann empezó a percibir su campo de visión distorisonado, ondulado, como si lo viera en un espejo curvo. También tuvo la sensación, mientras circulaba en la bici, de que no se movía del mismo sitio, pese que se estaba desplazando a una velocidad normal. Una vez llegó sano y salvo a casa, llamó a un médico  y le pidió leche a su vecina, pensando que eso paliaría los efectos (las cosas  del LSD…). Cuando llegó el doctor no encontró síntomas físicos anormales salvo las pupilas excesivamente dilatadas (pillín…).  Después de pasar varias horas aterrorizado pensando que su cuerpo había sido poseído por un demonio y que su vecina era una bruja el Dr. Hofmann se aterró pensando que se había vuelto loco. Conforme iban pasando los minutos, ese sentimiento se fue transformando en placentero, y empezó a disfrutar de las formas, colores y sonidos que percibía. Vamos, que le pegó el subidón bueno.

A la mañana siguiente se sintió físicamente cansado, pero fresco y con la mente clara, y el desayuno le sentó de maravilla.

27 comentarios

  1.  hey si alguien sabe donde conseguir el libro de  metaforas del emisor-receptor pase el link o digame q onda!!

  2. simplemente , es una droga que le da sentido a cada cosa , lugar momento y prespectiva.. es un viaje contigo mismo, es una oportunidad de conocer tus miedos, de entender tantas cosas como dije darle sentido a cada latido !! …

  3. Joder. Este blog es un poco peligroso. No hace mucho se mencionó a la duquesa de Medinasidonia y murió al poco. Ahora el bueno de Hoffman.
    Vaya responsabilidad León.

  4. hoy falleció albert hofmann,

    ahi como en una hora mas en mi paitch abráun pekeño homenaje..
    que ganas de ver el reportaje donde el cuenta su historia del trip

  5. Ole!!!! Gracias porla información. No tengo el de «Hª General las drogas» a pesar de haberlo consultado miles de veces en la biblioteca. nunca se me había ocurrido buscarlo por internet.

  6. Bien, Cortinas y amigos de éste nuestro Carleso.com, he estado buscando por ahí y tengo que reconocer que aunque Escohotado sea un clásico ultracitado pocas crónicas he leído tan bien contadas como la suya. Ahí creo que hay información suficiente (de bioquímica la justa y necesaria para los no iniciados) y como te digo muy bien contada.
    Ah¡¡¡¡¡ y si veis el San Pedro por ahí, ya sabeis…Precaución amigo conductorrrrrrrrrrr¡¡¡¡¡¡¡
    http://www.escohotado.com/historiageneraldelasdrogas/mescalina.htm

  7. Jajajajajajaja, a ver si organizamos un encuentro bloguero y nos ponemos de honguitos hasta arriba…andele!!!!!

  8. Un apunte, simplemente, no he interpretado que estés en contra del uso de las drogas y por supuesto tampoco juzgo las determinaciones de cada uno. Sólo compartía otra experiencia vital, similar a la tuya de la que he sacado, quizá, conclusiones diferentes, pero tan válidas las unas como las otras.
    Cuando me refería a una visión contraria de las drogas no estaba manifestando el estar contra las drogas. El no consumirlas no tiene por qué comportar el ser contrario a ellas. Simplemente hacía referencia a mi experiencia íntima y particular, que no provocó en mí un enfoque distinto, que no contrario, sobre las drogas en general y su consumo, mi consumo, en particular.
    De todos modos te confesaré que hace bastante que no consumo drogas «duras», y comparto esa tranquilidad de disfrutar de muchas vivencias de una forma mas instintiva y natural. Cosa de la que me congratulo bastante.

  9. Rakel : quizás no me he expresado bien, pero yo no estoy en contra del uso de las drogas.Como decía Escohotado «de la piel pa dentro es mi jurisdicción». No hago un enfoque moral del tema, sólo cuento una situación que me cambió como persona… Simplemente constataba que a través de las experiencias con diferentes drogas y a lo largo del tiempo, uno va aprendiendo que es lo que le conviene y lo que no. Para mí, ese tremendo mal viaje representó un antes y un después en la manera de enfocar mi experiencia vital.Y uno se plantea hasta donde estamos dispuestos a mojarnos pa pillar un buen ciego(que no nos engañemos, es de lo que se trata…)
    Quizás sea una paradoja, pero el LSD me hizo más cobarde y a su vez más fuerte. La cobardía que me impide superar ese trauma, se mezcla con la inmensa tranquilidad y fortaleza de saber que nunca más pasaré por sus caprichos.
    Ya estamos con la filosofía de bar…!!

    Hasta luego..Voy a pillarme unas rulas!!

  10. Yo también tengo ese libro, cortinas¡¡¡ Es de sobra conocido que Jim Morrison era lector habitual de Huxley y que al bautizar el grupo cortó el nombre de la novela de A.H. Creo que los efectos que provoca la mescalina son del mismo estilo que los del LSD sólo que este último es mucho más potente por una cuestión algo complicada de receptores bioquímicos. En definitiva que con una dosis mucho más pequeñas de LSD se pueden tener los mismos efectos que con una dosis superior de Mescalina. También es conocida la utilización chamánica la Mescalina en liturgias tribales y de iniciación, etc, etc. Tuve una época en la que estos aspectos que relacionaban la bioquímica con ciertos ritos chamánicos y tribales (¿sociales al fin y al cabo?) me interesaba mucho pero hace tiempo que por falta de tiempo lo tengo un poco abandonado…A ver si te busco información atractiva sobre la mescalina y te pongo el enlace. También recuerdo que tengo un libro sobre iniciación chamánica pero no sé por donde andará.

  11. Difiero de tí Peach, yo también tuve en su momento experiencias bastantes desagradables con el ácido, en concreto dos, aunque sé que provocadas por alguien, real y cercano. Y yo sí era consumidora, algo más que esporádica, en aquel momento.
    Desde entonces, hace ya más de 10 años, yo tampoco he vuelto a probarlo, de momento.
    Pero eso no me ha provocado una visión contraria de las drogas y no me ha imposibilitado experimentar con otras diferentes posteriormente, y disfrutarlas.
    Logicamente en este terreno todo es muy subjetivo y voluble.

  12. De acuerdo con Cortinas, pero yo no tomaré nunca más LSD…
    Se ha hablado mucho de los viajes chungos. No contaré aquí los detalles de mi experiencia, pero puedo afirmar y afirmo que nunca jamás lo he pasado tan mal como aquellos interminables tres dias…
    Sí, yo era un consumidor esporádico (1-2 veces por año?) de ácidos. No era un novato, y siempre habia tenido buen rollito, con sus subidas y bajadas eso si, pero bien al fin y al cabo.Que pasó entonces aquella noche en el pirineo catalán para todavía hoy tener escalofríos al recordarlo ?El mal estado del material quedó descartado puesto que mi compañía(3 amigos de toda la vida) no sufrió ningún descalabro, más bien disfrutaron los cabrones…hasta que dos dias después,yo seguía casi muerto y con mis paranoias les corté el rollo
    Todas las posibilidades que se me han ido ocurriendo desde entonces(hace unos 10 años) son meras especulaciones…mal estado emocional, sobredosis, mala suerte…da igual.
    No sé, tampoco he quedao más lelo de lo que estaba después de aquello, pero me cuidaré muy mucho de tomarlo otra vez.
    Desde entonces tengo otra visión del tema LSD, y de las drogas en general(aunque fume porros de vez en cuando, ome!!)

    Viva el agua mineral!!!

  13. Los hongos me gustan más que el ácido, recolectarlos, infusión y a difuminarte con el todo (o la nada).
    Coincido con eso de preparar un momento especial, abrir parentesis (…

  14. Pues yo soy uno de esos entusiastas del LSD. Hace siete años que no lo ingiero pero según mi experiencia y todo lo que he leído sobre el tema me parece la droga definitiva.
    Lo recomiendo a todo el mundo que no sea potencialmente esquizofrénico o que sufra de neurosis aguda. Lo más adecuado es que la experiencia tenga lugar en el campo o la playa, lugares en donde no puedas encontrarte a nadie. Y si lo tomas acompañado, siempre con personas de máxima confianza.
    Uno de los aspectos más interesantes de los efectos del LSD queda ilustrado en una de las experiencias que relata Hofmann. Me refiero a la desintegración total que se produce entre las fronteras de las realidades objetivas y subjetivas. Hofmann relata como el LSD se comunicaba con él. Es decir, «Se comunicaba con él», y no es que pareciera que se comunicara con él.
    Al tomar ácido lisérgico el sujeto puede llegar a la conclusión que tanto la realidad inducida por la «sobriedad» como la inducida por el ácido son meras construcciones. Y en tanto construcciones ambas son igualmente válidas.
    La realidad que construye un depresivo cuyo organismo no es capaz de producir dopaminas es tan «real» como la que pueda construir un individuo segregando adrenalina a tope mientras está subido en un escenario tocando la guitarra.
    Darte cuenta que comunicarte con tus antepasados (es una experiencia que yo nunca tuve) es tan real como como que suene el despertador a las 7:30 es algo ciertamente revelador.
    La ingesta del ácido lisérgico es una de las mejores formas de conocerse a uno mismo. Todo lo que tú eres lo vas a proyectar en la construcción de la realidad. Tús sentidos dejan de jerarquizar la información. Todo lo que procesan pasa a tener la misma importancia. El tono azul del cielo es tan importante como la hipoteca que no puedes pagar.
    Se produce un reordenamiento de la importancia de lo percibido atendiendo a una concepción del tiempo donde el futuro no tiene importancia ninguna.
    Estaría bien que Lagarto nos informara también sobre la mescalina, compuesto sintetizado del cactus del peyote. Como el LSD, tiene la propiedad de mostrar al consumidor las alternativas en la construcción de otras realidades. Es altamente recomendable el libro del gran Aldous Huxley «Las Puertas De La Percepción», donde relata su experiencia con la mescalina en 1953. Es decir, no condicionado por las modas y movimientos de una década despues. También son muy recomendables los libros del antropólogo Carlos Castaneda, sobre todo «Las enseñanzas de Don Juan» y «Una realidad aparte». Sobre este polémico autor y su obra podría escribir páginas. Me abstendré por ahora. Y por supuesto los trabajos del psicólogo mejicano Claudio Naranjo. Yo también llevo un tiempo detrás de «Metáfora del emisor-receptor».
    Es curioso como un día antes de leer esto estaba comentándole a una vieja amiga de que ya es hora de que nos regalásemos con una sesión en el campo de hongos, pues hace mucho que no compartimos esa experiencia. Pues voy al carleso y me encuentro esto. Que estimulante.

  15. Hofmann ademés de ser un estupendo químico fue un tío siempre muy moderno para su época. Creo que hay un libro por ahí llamado la «Metáfora del emisor-receptor» donde cuenta toda su experiencia con la síntesis y prueba (prueba como dice el texto, por sí mismo) de la dietilamida del ácido lisérgico, y digo creo porque ese libro nunca lo he tenido en mis manos aunque lo he perseguido varias veces.

    Es una historia muy curiosa que daría para mucho. El ácido lisérgico o ergotamina se sintetiza de manera natural por el cornezuelo del centeno (un hongo parásito de los cereales) y a lo largo de la historia ha habido intoxicaciones masivas en la población por consumir pan de cereal en mal estado. Por cierto, hay quien dice que los famosos ataques de misticismo de Santa Teresa de Jesús eran provocados por comer pan contaminado con el cornezuelo, es decir, en román paladino…que la Santa se pillaba unos ciegos que decía ver a Dios y esas cosas.

    Como veis este tema es muy curioso y da para sí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.