Adiós, Jimi, adiós

Los que seguís carleso.com sabréis que no suelo hablar de temas personales en el blog. Más bien lo utilizo como vía para homenajear a quién me dé la gana, en su mayoría músicos o actores, vivos o muertos. Pues hoy lo utilizaré para homenajear a Jimi, mi perro, que ha muerto tras 15 años de vida plena.

Tiempos felices

Se acercaba el verano de 1996 cuando recogí a un perrillo recién nacido, sin raza aparente, en el Hotel Torres en Jerez, tras ver un anuncio en Cambalache. Aunque el perro era para mí, como yo vivía en casa de mis padres, al final el perro fue criado entre mi padre y yo, mientras mi madre se subía a una silla y chillaba cada vez que pasaba a su lado con intenciones de saltar sobre ella.

Fue bautizado «Jimi», ya que en aquella época caí rendido ante la trilogía del de Seattle y me afanaba en calcar el solo de «Hey Joe» (no se me daba mal hasta cierta fase, al igual que me ocurre con el de «Hotel California» y «My Sharona». Trabajos incompletos. Una filosofía de vida). Así que nació rockero, aunque con el paso del tiempo fue flamenco lo que más entró por sus grandes orejas (muy a su pesar, creo yo), ya que yo tuve que salir de casa de mis padres y Jimi permaneció allí, fiel y celoso de mi padre, hasta el día de ayer, en que durmió para siempre, después de cerca de un año luchando contra sí mismo, perdiendo la visión, el olfato, la orientación y su propio espíritu. A mediodía recibí la llamada de mi padre diciéndome que Jimi no aguantaba más, que se rendía. A mí me cuesta llorar, me cuesta expresarme, tanto en la pena como en el gozo. Así que metí en la ducha para engañar a mi organismo y que las lágrimas se mezclaran con el agua que resbalaba por mi cara, antes de coger carretera para darle el último adiós.

Jimi

Su última foto. 11 de junio.

Eligió una fecha señalada para irse, no sé si esperó a propósito a que llegara el día. En las condiciones que estaba no hubiera llegado al 18 de septiembre para morir el mismo día que Hendrix, así que decidió irse el mismo día que murieron Brian Jones y Jim Morrison. Llegando a casa de mis padres sintonicé Radio 3 y sonaba, solemne, hiriente, guiño fatal del destino, «The End». La dejé sonar. Acabó justo cuando aparqué frente a la puerta de casa, donde yacía Jimi, en su cestita, dormido para siempre.

La noche del sábado al domingo soñé que alguien me obligaba a repetir mi firma porque no la hacía igual que en mi DNI. Recuerdo garabatear un folio firmándolo una y otra vez. Cosas de los sueños. Ayer por la tarde me vino a la cabeza vivamente al verme firmando en el veterinario la «Solicitud de baja de mascota». Fue el último trámite antes de despedirme de él para siempre.

Es ley de vida que los perros duren menos que sus dueños, y cuando nos hacemos con un animal, sabemos que probablemente muera antes que nosotros; pero cuando llega el momento, después de tantos años a su lado, uno maldice la esa ley de la vida y de la muerte.

Dedicado a mi padre.

12 comentarios

  1. Hoy me he enterado del fatal desenlace,pobre «cerdo»,se como te sientes,me ha recordado cuando se fue mi ultimo perro «machin» lo pase muy mal.
    La verdad es que los perros deberian durar mas que los humanos,porque no es que sean el mejor amigo del hombre,sino que muchas veces son los unicos amigos del hombre.
    En fin,Carlos,una putada,termino recordandote la anecdota del «pomo»,a ver si te hago sonreir…el sabado nos tomaremos una copa a la salud de Jimi.Un abrazo.

  2. Lo siento enormemente.
    De veras.
    No me gusta que sufran mis amigos.
    Un beso grande.
    Esto merece una nueva canción.Qué se yo, que no entiendo de música, pero estaría bien una canción para Jimi (sin i griega)

  3. Lo siento, compadre.
    La semana pasada estuve hablando precisamente de él con un compañero del trabajo. Le expliqué cómo Jimi sabía batir en retirada a perros tres o cuatro veces más grandes que él tan sólo con sus ladridos… Bueno, al final el que acababa huyendo era él, pero ahí estaba el tío. Puro nervio. Buen perro.

  4. Laurita dice que está muy triste porque Jimi ya no está, estas últimas veces que hemos estado en casa ha tenido que aguantar los pequeños tironazos de Diego en la cola (había aprendido a decir su nombre más o menos). Pobrecito, cuando volvamos a Jerez algo habrá cambiado para siempre. Muchos besos

  5. Gracias a tod@s de verdad. El mejor consuelo es pensar que ha vivido mejor que todos nosotros, y que se ha ido sin sufrimiento. Aunque queda un vacío perruno que habrá que llenar con recortes de recuerdos.

    Abrazos.

    PD: Si hay un cielo canino, lo siento por aquellos perros que quieran dormir apaciblemente…

  6. Sé lo mucho que quieres a los animales, lo siento mucho. A mí también se me murió mi perra hace mucho, es como un desgarro.

  7. Carlitos, un abrazo… Yo tambièn he llorado leyendo lo que has escrito. Te quiero mucho. Y olè el Jimi, cerdito forever!

  8. lo siento mucho, amigo León. triste pero preciosa esta entrada de blog. un abrazo.

  9. Jimi y yo hemos tenido nuestras diferencias pero he acabado apreciandolo. Un abrazo de condolencia

  10. Preciosa despedida, León. No he podido evitar llorar mientras revivía esos momentos y otros que guardo en mi memoria, recuerda los buenos tiempos y piensa que no sufrió y se fue tranquilo y en casa.

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